Friday, November 18, 2005

EL CLUB SPORT DOS DE MAYO Y ALFONSO NAVARRO CAUPER

Programa radial de homenaje, transmitido por Radio La Hora-Iquitos, el 31 de diciembre de 1964.

El Club Sport Dos de Mayo fue fundado al igual que el José Pardo y el Loreto, por jóvenes que estaban en edad escolar y que sentían el impulso propio de los hombres libres, para gobernarse solos y trazar su propio destino.
Fue en una época en que las actividades deportivas de Iquitos sufrieran una especie de colapso como consecuencia del conflicto con el Ecuador en 1910, y la única que ocupaba a los dirigentes del José Pardo y Loreto estaba encaminada a la organización y práctica de los ejercicios de tiro como lógica consecuencia de la efervescencia patriótica que dejó dicho conflicto. De este modo, en las escuelas, donde los dirigentes deportivos habían iniciado la enseñanza del deporte, al no contar con auspiciadores, entre ellos empezaron a formar clubes y equipos de fútbol escolar, que organizaban sus propias competencias animados por los más entusiastas. Así se formaron el “12 de julio”, el “La Mar”, el “Benavides”, el “Argentino”, y los equipos del Colegio Departamental y Centro Escolar N° 161.
El 1° de enero de 1913 en la casa de Julián Sias, situada en el borde occidental de la Plaza 28 de julio que era el campo de juegos del Athletic en ese entonces, un grupo de muchachos en memorable actuación, pusieron los cimientos de la institución que pronto habría de empezar una vertiginosa carrera hacia la cumbre de la popularidad, en una lucha disputada palmo a palmo con las otras dos de su época, el Athletic y el Loreto, y que ha dejado para la historia del deporte loretano una estela de recuerdos y jornadas gloriosas que será difícil igualar y que habría de prolongarse hasta 1926, cuando empezaron a actuar otros clubes de reciente fundación, además de los equipos de la marina y el regimiento.
Los fundadores del Dos de Mayo fueron: Pedro Pablo Lozano, que resultó elegido su primer presidente; Carlos Documet, su primer secretario; Julián Sias Malafaya, Pedro Villacorta Vásquez, Eliseo Borbor, Rubén Ramírez, Manuel Bardalez, Santiago Díaz, y Julián Guerrero.
Dos de Mayo empezó actuando como club de segunda categoría, alternando exitosamente con los clubes La Mar y 12 de julio, o con los equipos del Colegio Departamental y Centro Escolar 161 que eran verdaderos semilleros de deportistas.
Durante su primer año de vida se incorporaron a sus filas, Sebastián Castro López, Adolfo Teixeira, Alejandro Pinto, Miguel Villacorta Alalá, Antonio Acurcio, Manuel Dávila, Bruno Ríos, Laizamón Pezo, Gonzalo Colmenares, y otros más que fueron dándole mayor poderío, con el que el 1° de enero de 1914, festejando su primer aniversario invitó al José Pardo a un partido de fútbol, poniendo en disputa una medalla de oro. El Dos de Mayo formó así: Gonzalo Colmenares, Manuel Dávila, César Romero, Antonio Acurcio, Eliseo Borbor, Bruno Ríos, Laizamón Pezo, Manuel Bardalez, Miguel Villacorta, Julián Sias y Adolfo Teixeira. Adolfo Teixeira era entonces el recién elegido presidente para el periodo que se iniciaba y capitán del equipo. Era un gran deportista y superior dirigente. El uniforme que lucía Dos de Mayo era camisa blanca, pantalón azul de dril fluminense con franja blanca.
Perdió Dos de Mayo su primera confrontación por 2 a 0, pero, este revés, lejos de desalentarlos les dio nuevos bríos y organizaron su primer campeonato de pruebas atléticas, en singular competencia con el José Pardo, su único contendor, pues, el Loreto seguía en inactividad, luego del conflicto bélico que hemos mencionado.
Si bien es cierto que en las pruebas atléticas no tuvieron mayor suerte, pues sólo destacaron Adolfo Teixeira y Alejandro Pinto, que conquistaron triunfos en 100, 400 metros planos y carrera de medio fondo; el partido de fútbol fue la primera victoria del Dos de mayo, por 1 a 0, adjudicándose su primer trofeo. Una medalla de oro, obsequiada por el coronel Puente, prefecto del departamento.
Este partido fue tan ardorosamente disputado, que tuvo la virtud de despertar en la afición y los parciales de ambos clubes, un entusiasmo y una rivalidad por conquistar la supremacía, que se prolongó hasta el año de 1917.
En este lapso se disputaron además de la mencionada medalla de oro del coronel Puente, la que luego se denominó la Copa del Honor, porque fue motivo de una controversia que duró casi tres años-que la ganó el Dos de Mayo en tres partidos, dos en su favor y uno en contra-; dos floreros de plaqué y una medalla de oro, ganados por el Dos de Mayo, todos estos trofeos ganados sólo al José Pardo.
Estas continuas victorias a partir de su segundo año de vida, le dieron por boca de la afición y de sus hinchas, calidad de imbatible, que el José Pardo trataba afanosamente de romper y sólo lo consiguió en el año de 1917, con la disputa de la estatua “La Gloria” y de la Copa Israel, logrando vencerlo por tres veces consecutivas.
El poderío del equipo del Dos de Mayo radicaba en su conformación. Se había tonificado en todos los planos y en su equipo de fútbol la inclusión de Arturo Robinson, un inglés, recio y de elevada talla, que hacía pareja con Arturo Ruiz, un escolar vivaz, seguro en el quite y de gran colocación, hacía una muralla infranqueable la defensa del arco. También apareció Francisco Paredes, apodado “El Huaco”, estilizado y efectivo medio centro, que en sus intervenciones parecía estar haciendo exhibiciones de ballet; y un rapidísimo puntero derecho, Miguel Haya, que parecía que volara por la línea en dirección al arco. Tenía a Sydney Dodson, otro inglés fornido que imponía respeto en la media cancha, junto a Manuel Iglesias Barcia y Bruno Ríos. Y por último tenía a Luis de Britto, que con José Reyes Flores y Serafín Otero Barcia armaban combinaciones que mareaban a los contrarios.
Según los datos estadísticos, hasta 1917 Dos de Mayo jugó con José Pardo, 14 partidos, de los que ganó 7, empató 2 y perdió 5. Con Loreto, que de nuevo entró en actividad en 1915 jugó sólo 6 partidos, de los que ganó 4, empató uno y perdió otro.
Su siguiente trofeo importante fue la Estatua Esponda, a principios del año 1921. Obsérvese que digo Estatua Esponda. La Copa Esponda fue otro trofeo disputado en el mismo año con motivo del Centenario de la Independencia Nacional.
El Dos de Mayo ha tenido entre sus deportistas destacados elementos, que le han colocado en los primeros planos del atletismo hasta 1926, que fue la época de oro del deporte loretano. Figuran entre ellos; Gerardo y José Ayllón, José Reyes Flores, Domingo Mitidieri, Manuel Pezo, Agustín Burga, Laizamón Vargas, Hermenegildo Zambrano y muchos más que se nos escapan, y que en las competencias de entonces ponían todo su esfuerzo para dejar en muy alto el albiverde de sus colores.
El primer presidente del Dos de Mayo, don Pedro Pablo Lozano, logró organizar la institución y atraer a sus filas en el primer año de su vida, a elementos que posteriormente habrían de ser puntales firmes para el afianzamiento de la novel institución entre los clubes de primera categoría.
Entre los que inmediato se incorporaron estuvo Sebastián Castro López, un deportista cien por ciento, iniciado en las filas del Sport Club en 1904, y que perteneciera después al José Pardo, cuando desapareció este. Sebastián Castro fue uno de los primeros garrochistas que con Doroteo Arévalo en 1908, llegó a los 2.80 metros. Y su actividad no se limitó a las competencias deportivas. Fue también un excelente dirigente que ha dejado reconocida labor en la institución, en el desempeño de la presidencia.
Adolfo Teixeira, que fue elegido en el periodo de 1914, también fue un gran deportista, y a él se debe la organización del primer campeonato que se llevó a cabo con motivo del primer aniversario de su fundación. Su presidencia atrajo a otros nuevos socios, entre los que estaban Robinson, Dodson, Britto, Iglesias Barcia, Serafín Otero, y muchos más. En realidad, fue Teixeira, quien dio al Dos de Mayo el impulso que lo llevó a ser en los años de 1914 a 1916, una institución que rivalizaba con el José Pardo, no sólo en el terreno deportivo sino también en su organización administrativa.
Y así, ingresaron Domingo Mitidieri, Juan Pinto Júnior, Sebastián Gendrau, Moisés César, Pelayo Herbozo, Carlos Barriga, Catalino Salazar, Manuel Feijoo y tantos otros que encaminaron el club al sitial que ocupa. No debe olvidarse entre tantos, a los ingenieros Orellana y Llanos, que han dejado notable labor en la historia del club.
Pero, si hay que hacer mención de tantos que abnegadamente han luchado por su progreso y sus triunfos, merece capítulo especial Luis Alfonso Navarro Cauper, que en todos los años de vida del club, ha puesto constantemente su aporte y en muchas oportunidades la influencia de su personalidad, para resolver situaciones y determinar circunstancias.
Por eso en los actuales momentos, Navarro Cauper, es un símbolo de las glorias y las luchas del Dos de Mayo, y sus consocios le han declarado Secretario Vitalicio, titulo del que se siente orgulloso y no sin razón, porque Dos de Mayo, ha sido la vida de Navarro Cauper, y él es hoy la esencia del Dos de Mayo, porque encarna el pasado glorioso y sus gloriosos recuerdos. Navarro Cauper no fue fundador, pero ha sido declarado como tal por haber ingresado en el primer mes de haberse fundado el club.
En 1915, fue elegido por primera vez miembro de la directiva con el cargo de prosecretario, y luego en 1917 secretario titular, cargo que con ligeros intervalos venía desempeñando durante cuarenta años, hasta que por acuerdo de asamblea se le concedió el titulo de secretario vitalicio.
Navarro Cauper, fue miembro de muchos organismos deportivos y culturales. Secretario del Club de Tiro Iquitos N° 136, cuando se llamaba Alayza Paz Soldán, presidente de la Federación Sportiva de Loreto en 1921, miembro del Consejo Divisional de Segundas, y muchas veces delegado de su club ante las ligas deportivas locales.
Durante 18 años y mientras sus facultades físicas se lo permitieron, desempeñó las funciones de arbitro en esos partidos, donde la vehemencia de los contrincantes, hacía difícil esta misión, con todo acierto y corrección, mereciendo la unánime aprobación de jugadores y espectadores.
Practicó todos los deportes, demostrando las cualidades que le hicieron el prototipo del verdadero deportista. Nobleza, lealtad y pundonor.
Fue uno de los primeros que incursionó con acierto en el periodismo deportivo local, usando varios seudónimos, y sus críticas y comentarios siempre tuvieron la jerarquía de imparciales y veraces.
Tal a grandes rasgos la personalidad de Navarro Cauper-en quien queremos saludar, como exponente de ese glorioso pasado del Dos de Mayo, y símbolo de esa pujante juventud, ávida de deportes, que hacía delirar a sus parciales y a toda la afición-los 52 años de vida que son como suyos y serán, sin duda, muchísimos más.

Monday, October 31, 2005

Historia del deporte...continúa

El 25 de diciembre de 1908 se realizaron las elecciones para una nueva junta directiva, cuyo mandato se iniciaría el 1 de enero de 1909. Los resultados fueron los siguientes:
Presidente Rogerio Carrera Arévalo
Vicepresidente José Antonio Rengifo
Segundo vicepresidente Teodosio Rubio
Secretario Doroteo Arévalo
Tesorero Braulio Meza
Prosecretario David Meza
Bibliotecario Hibraín Vásquez
Vocales Tadeo Alván
Elías Babilonia
José Batagliatti
Arturo Pereira
Luis Tello
Comisión Fiscal Presidente Juan B. Rojas Torres
Secretario Daniel Ruiz
Vocal Leonidas Avendaño
Comisión de sport 1er capitán Samuel Laredo
2° capitán Gustavo Montani Burga
Instructor de tiro César Teixeira

La ceremonia de la transmisión de mando se realizó con la asistencia del alcalde señor Nicanor Saavedra, socios del Sport Club, y representantes de las instituciones locales. La lectura de la memoria por el presidente cesante Meza, tuvo como nota saltante el reproche en nombre del club, hacia el Concejo Provincial, por haber derogado un acuerdo según el cual, cedía al Athletic un terreno en la actual Plaza 28 de julio, destinado a campo de deportes.
El alcalde, al hacer uso de la palabra, explicó que todo se debía a una mala información del inspector de obras, un señor de apellido Valencia, que al Concejo no debía atribuírsele la culpa; prometió dar solución satisfactoria al pedido y solicitó que la protesta no constara en el acta.
Entre las nuevas actividades merecen citarse la creación de una sección militar, que se ejercitaba los domingos de 8 a 10 de la mañana, bajo la dirección del sargento Isauro Gastelú, socio del club.
Por primera vez se designó un delegado que debería representar al club ante las otras instituciones locales, designación que recayó en Meneleo Meza como una especie de retribución; posteriormente Meza obsequió una bandera y su respectiva asta de bronce, que probablemente hasta hoy exista, y un escudo nacional para el salón de actos.
El Club Sport Loreto, de reciente fundación, solicitó por oficio le fuera permitido realizar sus sesiones en el local del Athletic. Ante la intervención del socio Julio Gallegos, en el sentido de que se debía dar ayuda y protección al Club Loreto y a todas las instituciones que lo solicitaran, se aprobó sin debate, señalando un día de la semana para sus sesiones y contestando el oficio en tal sentido el 28 de marzo de 1909.
La sede social continuaba en la calle Fitzcarrald y se estableció horario especial para la atención de las distintas dependencias, como presidencia, secretaría, tesorería, capitanía de juegos, etc., para cuyo efecto se hicieron construir mesas especiales para todos.
El socio Flores Pinedo obsequió una lámpara de colgar, pues no había instalación eléctrica, ni dinero para adquirirla, y la anteriormente comprada, quedó como parte de pago de los alquileres en la casa del señor Urrunaga. Aparte de las noches de sesión y concurrencia establecidas, los jueves actuaba un grupo que llamaban “estudiantina”, que hacía música con un conjunto de cuerdas.
Las gestiones ante el Concejo, sobre el terreno para ejercicios se intensificaron, obteniendo entusiasta acogida del nuevo alcalde señor Germán Alarco, y el inspector de obras. Al obtenerse la cesión, mediante acción conjunta de todos los socios, se empezó su limpieza, abonando, quienes no podían concurrir con su trabajo personal, la suma de un sol, para ser reemplazados por un peón. Así y todo, el trabajo por ser grande ya empezaba a cansar, cuando el comandante de la guarnición militar Don Abdón Canales, conocedor de la existencia del club, hizo amistad con algunos de sus socios y fue invitado a una de las sesiones.
Cuando se discutía lo referente a la limpieza del terreno, pidió la palabra y ofreció el concurso de sus tropas, con la única condición de que fuera concedido en los días útiles para los ejercicios militares. Sin discusión se le aceptó, y desde entonces, 50 hombres diariamente concurrieron dejándolo expedito en menos de 10 días. Con este motivo el comandante Canales fue nombrado socio honorario.
Casi al mismo tiempo el Athletic recibió otra propuesta del señor Florencio Teixeira D’Abreu, para arreglar el campo denominado Sacha Chorro, situado al norte, dotarlo de galerías para el público, con la condición de que en él se realizaran partidos de fútbol y otras fiestas deportivas todos los domingos. La oferta era dedicar el terreno al Athletic, pero el cobro sería en beneficio de dicho señor Teixeira. Se discutió y aprobó la propuesta.
Fue entonces cuando empezó a utilizarse la línea del ferrocarril urbano, del que hicimos mención, para trasladarse a dicho campo los domingos.
Al concluirse la limpieza de la Plaza 28 de julio, esta fue destinada a campo de entrenamientos; en esta época se estableció la enseñanza del fútbol y otros ejercicios un día de la semana en las escuelas de la localidad, pues ya se notaban el interés de los niños por el deporte. Enseñanza que corría a cargo de instructores especialmente nombrados por la comisión de sport del Athletic; el campo de entrenamiento llenaba una función específica.
El 10 de junio el presidente Carrera se vio en la necesidad de presentar su renuncia, en vista de la dificultad que tenía para desempeñar el cargo por sus continuos viajes. Desde el 21 de abril lo estaba reemplazando el primer vicepresidente José Antonio Rengifo y luego, por renuncia de este y del segundo vicepresidente tuvo que hacerlo el vocal Tadeo Alván. Posteriormente empezó a presidir las sesiones y ejercer las funciones de presidente César Teixeira, que había sido elegido segundo vicepresidente, por ausencia de Teodosio Rubio. No era muy apreciado en la asamblea, pero, merced al apoyo de algunos y a su mucha frescura, trataba de mantenerse en la presidencia.
En esta situación presentó Carrera su renuncia, pero, Rengifo renunció también alegando sus ocupaciones y al no serle aceptada por razones estatutarias, solicitó licencia. Teixeira seguía haciendo de las suyas, encaramado a la presidencia y con gran disgusto de muchos socios. Para obligarlo a abandonar la presidencia, un grupo de 30 socios presentó una moción proclamando a Meneleo Meza presidente del club.
La moción recibida por Teixeira, no fue presentada y al exigírsele la presentación abandonó el salón con el propósito de obstaculizar el desarrollo de la sesión. Tadeo Alván convocó a otra sesión y en ella, el 1 de julio y en ausencia de Teixeira se aprobó la proclamación de Meneleo Meza como presidente y se le juramentó como tal.
De inmediato se procedió a practicar un inventario de las pertenencias de la institución, sobre todo de la biblioteca, en la que se notó una gran disminución de volúmenes.
En el lugar de Meza, en el cargo de delegado ante las demás instituciones, fue nombrado Julián Ruiz Zumaeta.
La celebración del 3er. Aniversario del club se hizo con toda solemnidad. Por primera vez como parte del ritual de la sesión solemne, se dio lectura al acta de fundación. Asistieron 49 socios activos y 5 honorarios, presidiéndola el señor Lizardo Ruiz, subprefecto de la provincia y uno de los socios honorarios.
La banda militar y la estudiantina del club, al final de la ceremonia ejecutaron variadas piezas musicales en simpática competencia.
Se había promovido un concurso de obsequios del club, entre los socios, otorgando al mejor una placa de plata con el escudo del club. La ganó el socio Julio Zárate. Por el mismo concurso se adjudicaron diplomas a Francisco Silva Bartra, Moisés López y Manuel Burga Soto.
Fue en esta ceremonia que se hizo la primera distinción a Meneleo Meza. En una de las sesiones Samuel Laredo pidió que le fuera otorgada una medalla de oro “en mérito a sus servicios al club en sus primeros años de vida”; pedido que fue aprobado en medio de una elocuente manifestación de aprecio.
De este modo los premios concedidos fueron:
Medalla de oro Meneleo Meza
Medalla de plata Braulio Meza
Diplomas David Abecasis
Miguel Zumaeta
Samuel Laredo
Santiago Flores Pinedo
David Meza
Juan B. Rojas Torres
Tadeo Alván
Doroteo Arévalo

El 26 de setiembre a iniciativa del Athletic se hizo un agasajo campestre al comandante Canales, al que fueron invitados elementos notables de la ciudad y las autoridades locales, “como reconocimiento a sus méritos y don de gentes en la sociedad y en el deporte”

Thursday, September 29, 2005

ANECDOTARIO

La colecta destinada al agasajo a los directivos cesantes y electos no marchaba; al presidente Meza se le había hecho depositario de S/. 46.00, suma reunida.
Como el propietario de la casa, señor Urrunaga (padre), alguna vez perdía la paciencia, pues “no veía” el pago de los alquileres, en una de las entrevista con el presidente, éste, para salirse del paso hizo entrega de la suma mencionada, con lo que ligeramente hacía quedar bien al club.
Pero, cuando en sesión dio cuenta de dicho procedimiento y propuso que se cancelara la fiesta, provocó una violenta reacción en un grupo que a toda costa quería realizarla.
Doroteo Arévalo y Leoncio Burga que habían solicitado licencia para no asistir a sesión, aun cuando estaban en la “barra”, penetraron violentamente y el primero, dirigiéndose a la presidencia dijo: “el club durante el tiempo que estaba en mi casa no necesitaba nada, pues los socios tenían hasta agua para beber; hoy se encuentra mendigando sólo por el capricho de tener un local lujoso”.
Leoncio Burga, conocido por su carácter impetuoso gritó: ¡que se lleve a cabo el baile y el dinero colectado para ese fin debe ser invertido sólo en eso!; agregó otros términos impropios y ofensivos, y el vocal le obligó a abandonar el salón. Al salir dijo: ¡si no fuera por respeto al club le haría andar a patadas a ese presidente mequetrefe!
Como resultado, Burga fue sometido a la Comisión Fiscal por desacato, la que tardó dos meses en dar su fallo que consistió en destitución, que algún tiempo después fue revocada.
El baile origen del lío siempre llegó a realizarse. Meza restituyó el dinero y como para hacer más efectiva la concordia, Juan B. Rojas Torres obsequió una caja de cervezas. Eran cajas de cerveza alemana de 48 botellas de cerámica y costaban S/. 27.00

Cierto secretario, que interinamente desempeñaba el cargo, había escrito humanidad en lugar de unanimidad. Al oír el acta uno de los presentes pidió que repitiera la lectura. Como así estuvo escrito, así tuvo que ser leído. El observante dijo: “por humanidad deberían comprarle anteojos al secretario”, a lo que éste contestó: ¡no señor! “yo leo lo que está escrito, y yo mismo hice el acta”.
“Entonces-insistió el que había observado el acta-por humanidad no debieron dejar salir de la escuela al señor secretario”

El 28 de julio de 1908, en que se realizó una gimkana y juegos deportivos auspiciados por la Municipalidad, era tal el entusiasmo de los aficionados, que todos, aun los que no practicaban ejercicios intervinieron. El resultado fue que algunos se indispusieron de tal suerte que necesitaron atención médica. Los deportistas organizadores se multiplicaban por atenderlos, pero, los lesionados aumentaban a tal punto, que en determinado momento Julio Daniell solicitó la ayuda de Doroteo Arévalo. Este le dijo: “ojalá haya también premios para los que cuidan a los enfermos, entonces de fijo que ganamos los del Athletic”

Las medallas que la Municipalidad distribuyó a los vencedores del torneo de fiestas patrias, fueron de pobrísimo valor. Los socios del Athletic se quejaron de esto, y en una sesión a pedido de uno de ellos, se acordó que el club adquiriera medallas de oro para cambiarlas.
Alguien sugirió que debían ser devueltas las otras a la Municipalidad, pero Daniell dijo: ¡eso sería como un desaire, las guardaremos aunque no tengan valor!
¡Es verdad-dijo otro-sería peligroso devolverlas, porque el próximo año en otro campeonato podrían darnos las mismas!

Cuando en las sesiones preliminares se estaba proyectando la celebración del segundo aniversario, había mucho público en la “barra”. En esta estaba Vicente Cunti, 20 años, acabadito de desembarcar de su largo viaje y con todos los arrestos de su juventud y raza meridional.
Contagiado del entusiasmo de los socios, desde la “barra” pidió la palabra, y mitad en su idioma nativo, mitad en castellano recién aprendido, expresó que él también quería ser socio del club, y contó cómo en su lejana Italia eran los clubes deportivos y cómo se hacían las fiestas en celebración de aniversarios.
Cunti fue oído con gran complacencia y demás está decir que en la siguiente sesión, previas las formalidades de estilo, se juramentó como socio.

La celebración del segundo aniversario fue hecha en grande. Gráficamente se echó la casa por la ventana. Las consecuencias posteriores fueron que el dinero de la colecta no fue suficiente y se contrajo una deuda con el “Bar Turín”, por bebidas y pastas. Cuando fue presentada la cuenta no había fondos en tesorería y todos los socios se resistían a una nueva colecta.
Pero, en todo tiempo tuvo el Athletic, algo o alguien que le sacara de sus grandes tropiezos. Esta vez fue el socio José Batagliatti, quien se hizo cargo de la cuenta del Turín en medio de una calurosa ovación de sus consocios.

Una muestra de la rigidez en la aplicación de las penas en el Athletic, fue que al mismísimo presidente de la Comisión Fiscal, Alejandro Arias, y al vocal Miguel Reátegui, les fue aplicada la destitución por haberse atrasado tres meses en el pago de sus cuotas mensuales. Fue esta la primera vez que se aplicaba tal sanción, y al mismo tiempo y por igual motivo fueron destituidos Ricardo del Águila, Isaías Pinedo, Jaime Morón y Zenón Zumaeta.

Entre los obsequios que recibió el club para el arreglo del local en su segundo aniversario, uno consistió en dos hermosos cuadros con las estampas de los cruceros “Grau” y “Bolognesi”, que posteriormente desaparecieron. ¿Dónde irían a parar?

Para la disputa de la Copa de Plata, el 30 de agosto de 1908, querían los del Athletic estar muy bien preparados. Con este motivo, todas las noches hacían ejercicios en plena calle Huallaga entre la cuarta y quinta cuadra. La policía trató de impedirlo, porque provocaba aglomeraciones, pero los directivos apelaron a la influencia de los doctores Rómulo Paredes y Francisco Lanatta, quienes consiguieron un permiso especial del entonces Mayor de guardias Pablo Rosas, prometiendo formalmente no causar desordenes.

Resultados de las pruebas en la disputa por la primera Copa de Plata, entre el Athletic y el Sport Club el indicado 30 de agosto.

Salto alto- 1° Sebastián Castro López - SC
2° Emilio Batagliatti - AC
3° Elías Babilonia - AC
Salto largo- 1° Francisco Teixeira - SC
2° Elías Babilonia - AC
3° Carlos B. Saavedra - SC
Salto con garrocha- 1° Sebastián Castro López - SC
2° Doroteo Arévalo - AC
3° Santiago Flores Pinedo - AC
100 metros planos- 1° Bernardo Dávila - SC
2° Samuel Laredo - AC
3° Alfredo Cortez - SC
400 metros planos- 1° Alfredo Cortez - SC
2° Samuel Laredo - AC
3° Alex Besso - SC
Lanzamiento de bala- 1° Carlos Marchetti - SC
2° Saverio Popolizio - SC
3° Mauricio Boneff - AC

Los equipos de nudo de guerra estaba conformado:
Por el Sport Club: Adolfo del Campo, Alejandro Arias, César Espinar, Bernardo Dávila, Carlos B. Saavedra, Juan Olórtegui, Domingo Laurie, Emilio Wesche, Carlos B. Pro, Carlos Marchetti, Saverio Popolizio.
Por el Athletic: Rogerio Carrera, Samuel Laredo, David Abecasis, David Vills, Gustavo Montani Burga, Gaspar Carrera, Antonio Pereira Goncalvez, Ricardo Andrade, Julio Daniell, Federico Salomón, Doroteo Arévalo.
La prueba de nudo de guerra la ganó el Sport Club, y el partido de fútbol postergado para el domingo siguiente, también lo ganó el Sport Club por 1 a 0

Los socios inscritos hasta 1908 fueron:
Ramón Reátegui, Pedro Vásquez, Juan Arévalo, Saúl Panduro, Rogerio Carrera, Carlos Bardalez, Luis F. Padilla, Samuel Laredo, David Abecasis, David Villa, Eleodoro Flores, Bernardo Gómez, Ernesto del Valle, Teodosio Rubio, César Teixeira, César Alván, Vicente Cunti, Santiago Ruiz Marín, Pablo Montalván Ríos, Juan E. Gómez, Isauro Gastelú, Gedeón Medina, Salomón Cohen, Leonidas Pinedo, Julio A. Zárate, Fortunato Founquinos, Américo Peña, Marcial López, Gaspar Carrera, Alberto Velarde, Gustavo Burga, Tadeo Alván.

Cuando se estaba disputando el campeonato por la primera Copa de Plata el 30 de agosto de 1908, tal era la curiosidad por admirar el trofeo, que en cierto momento se le cayó de las manos a David Abecasis, y sufrió una abolladura.
Los del Sport Club al recibirla el 27 de noviembre, después de su triunfo, se dieron cuenta que tenía una abolladura insignificante y mediante una nota reclamaron a los dirigentes del Athletic, reprochándoles el descuido.
Al discutirse la comunicación en una sesión, algunos socios trataron de achacarle toda la culpa a Abecasis, por haberla dejado caer, y hacerle responsable, pero, Rogerio Carrera, después de larga discusión, zanjó la cuestión diciendo: “no se trata de la calidad del trofeo, sino de su significado simbólico; así, arrugada y todo, nosotros la rescataremos el próximo año. Cuando se conquistan las banderas del enemigo en una batalla, cuanto más desgarradas y quemadas de pólvora estén, más gloriosos trofeos son. ¡Sólo las banderas de rendición se entregan flamantes!”

Tuesday, September 20, 2005

IMAGEN PARA EL RECUERDO


En la vista el equipo del Athletic Club José Pardo, ganador del campeonato 1935
Demetrio Núñez, Carlos Núñez, Antonio Wong, Sabino Pereira, Alfonso Mori, Antonio Núñez, Domingo Zabalbeascoa, Adolfo Silva, Francisco Najar, Juan B. Rojas Torres (presidente), Emilio Berger (director técnico) y Guillermo Wong (guardameta)

ANTONIO WONG RENGIFO

Artículo periodístico de Pacarmón
Publicado en el diario “Impreso”, columna “El clamor de la barra” original s/f

Lejos de esta tierra, una mañana, las ondas de una radioemisora, en su monótono informativo, hizo llegar a mis oídos la infausta noticia del fallecimiento de Antonio Wong Rengifo… luego, estudiadas frases de elogio a su personalidad y en simulado sentimentalismo el realce de su vida y su obra.
Al sentir la puñalada del dolor, mi pensamiento voló a la última vez que lo vi, sentado en su lecho, inclinada la cabeza sobre sus brazos que descansaban en una silla; buscando comodidad para su fatigado cuerpo, lacerado por el maldito mal que le consumía; buscando en la música suave de un disco de su predilección, el olvido a su dolor, luchando por la reconquista de esa salud, que hizo de él en otro tiempo, uno de los paladines del deporte…
Todo había sido inútil. De nada sirvió su tesonera voluntad, su empeñoso esfuerzo, su luchador carácter…Cual moderno gladiador cayó vencido en plena lucha, por una fuerza que nadie puede dominar. Muy pronto, cuando aun faltaba mucho por recorrer, cuando todavía en su mente bullían nuevos planes y proyectos. El ciego destino le negó el paso y la nada cortó su senda…
Incomprensible que se ensañara con quien siempre dio más que lo que había recibido de la vida, y todo había conquistado por su empeño y su visión.
Porque Antonio Wong fue siempre un luchador victorioso; un artista innato; un soñador en la grandeza de su selva y en el colorido de sus paisajes; un cantor que se inspiró en el rumor de la brisa, en el fulgor de sus aguas, en el rugir de sus tempestades, en el sol canicular de su Loreto…
Niño aun, en la Plaza 28 de julio, pedaleaba en su bicicleta por las noches y arrancaba a su armónica las notas musicales de la época, causando la admiración de los mayores, por hacer ambas cosas a la vez y con tanta maestría.
Después fue el acordeón, luego el piano en autodidáctico proceso, y por último nos dio el regalo más preciado de nuestra música regional: “Bajo el sol de Loreto”, cuya melodía tiene de autóctono, clásico y criollo, como todas sus otras composiciones que no llegaron a igualarla. Pero, en todas ellas ha dejado impresas su exquisita sensibilidad y su inquieta vocación musical, que hizo de él un artista de la naturaleza.
Por eso, filmó tantos motivos de la selva; paisajes crepusculares, que parecían ofrecérsele como doncellas en holocausto, sólo para él…
Y su nombre remontó el ande imponente, y cruzó el mar, y sus películas llegaron hasta la meca del cine, llevando el mensaje glorioso de su selva; sus costumbres y misterios que sólo para él se descubrían…
En el deporte, Antonio Wong también fue un predestinado. Desde los equipos infantiles vistió la celeste del José Pardo y la defendió hasta el sacrificio.
Me honra decir que el trío defensivo del segundo equipo, allá por el año 1925, estaba constituido por Antonio Wong en la portería y Carlos Picón y yo en la defensa, y en ese puesto siguió brillantemente hasta 1927, cuando en un memorable partido, jugándose el 29 de julio, por primera vez en el Estadio Augusto B. Leguía, el último por el campeonato de dicho año, el delantero Perea del Dos de Mayo, en una infortunada jugada le rompió la clavícula contra uno de los parantes…
Antonio se había casado el día antes…
Pero, su naturaleza de hierro triunfó y no le amilanó el contraste. Repuesto de la lesión, meses después, empezó a jugar en la delantera, y lo hizo tan bien, que en 1935 formó parte de la selección, que por primera vez disputó en Lima un campeonato nacional…
Ha sido, Antonio Wong, un hombre de toda actividad y en todas ellas ha triunfado, pero su sencillez jamás buscó publicidad ni elogios; jamás mentó su esfuerzo ni sus triunfos y sólo el convencimiento tácito de los demás, le reconoció-antes íntimamente y hoy públicamente-el valor de su obra, de su vida y sus acciones; labor fructífera en beneficio de esta tierra, que hoy le guarda en su seno con amor de madre, y cuyas maravillas llevó al conocimiento de todo el mundo.
Antonio Wong, el artista, el amigo sencillo, el de la amplia sonrisa y los brazos acogedores, el hombre de empresa, el deportista, tiene un puesto de privilegio entre los hombres del Amazonas. Su nombre ya está grabado, no sólo en el recuerdo de quienes lo apreciamos en vida y lloramos al perderlo; sino de aquellos, que a través de sus obras apreciaron su personalidad y admiraron su arte.
Si sentimos su inevitable pérdida, nos enorgullece el haber sido amigos suyos y en el recuerdo que le guardamos le ofrecemos el homenaje de admiración y afecto que supo conquistar con sus virtudes…
Antonio Wong ha cumplido su tarea, para nosotros, para su tierra, para su patria…

Thursday, September 15, 2005

Imágenes para el recuerdo-Inauguracion del estadio Leguía


El 24 de julio de 1927 se jugaron los últimos partidos en la Plaza 28 de julio.
Esta despedida correspondió a los equipos del José Pardo y Loreto, que cerraron la fecha ganando José Pardo por 4 a 1 en partido arbitrado por Alfonso Mori Cuipal del CNI.
El 28 de julio se inauguró el Estadio Augusto B. Leguía, en ceremonia oficial y el 29 se realizaron los dos primeros partidos, entre José Pardo y Dos de Mayo, entre primeros y segundos equipos, los que correspondían a los dos últimos del campeonato.

FUNDACION DEL CLUB SPORT LORETO

El 30 de agosto de 1908, en circunstancias parecidas a las que originaron la fundación del Athletic, se fundó el Club Sport Loreto.
Las actividades deportivas no obstante estar difundiéndose con rapidez estaban limitadas a los más destacados socios del Sport Club y el Athletic, quedando todavía muchos aficionados al margen y sin oportunidad de intervenir en las competencias. Esto despertó la emulación, los deseos de superación y el propósito de crear una nueva institución, en la que pudieran gobernarse solos y trazar su propio destino sin sentirse postergados, ya fuera deportiva o administrativamente.
Cuales fueran los motivos, la iniciativa tendría que ser con el tiempo provechosa para el deporte local, pues Loreto, pocos años después formaría el trío que habría de brindar a la afición, competencias emotivas llenas de colorido y acción.
Y mientras en el “Bembón” se disputaba entre el Athletic y el Sport Club el primer torneo por una copa de plata, en la casa de Manuel Montero, situada en la Plaza principal, junto a donde hoy está el Salón Parroquial de la Iglesia Matriz, se reunieron los fundadores del Club Sport Loreto.
Ellos fueron: César A. Mesía, Hibraín A.Vásquez, Leoncio Vásquez, Tobías Vásquez, Nicolás Zanetti, Jerónimo Pereira, Antonio Olórtegui, Oscar Paredes, Demetrio Silva Ross, José de la Cruz Cobos, Miguel Pacaya, Benjamín Cornejo, Julio Picón, Federico Arrarte Seguín, Luciano Alván y Manuel Montero.
Como se puede apreciar, seis de los fundadores, los seis primeros mencionados, pertenecían al Athletic, circunstancia que obtuvo las simpatía de los demás socios de este club, para brindar a la nueva institución, el más franco apoyo en el inicio de sus actividades.
Cabe destacar que los gestores de la fundación del Loreto fueron César A. Mesía e Hibraín A. Vásquez, secundados por los hermanos Leoncio y Tobías Vásquez.
La primera junta directiva elegida el mismo día de la fundación se constituyó solamente con el presidente, cuya elección recayó en César A. Mesía, el secretario Hibraín A. Vásquez y el tesorero. Los demás cargos se completaron en sesión posterior.
Las primeras actividades del Loreto se concentraron en la preparación y organización de los muchos jóvenes que casi de inmediato ingresaron como socios.

En cuanto al Sport Club y el Athletic, la llegada del vapor inglés Yavarí, en los primeros días de setiembre, calmó un tanto los deseos de una nueva revancha, pues merced al entusiasmo e iniciativa del gerente de Iquitos Trading Co. Ltda. Señor Arturo Cases, se concertó un partido entre la tripulación del citado barco y un combinado de los dos clubes locales.
Bueno es decir que el combinado se formó ante el temor de una desastrosa derrota, porque bien se sabía que la rubia Albión era la cuna del fútbol y sus hijos los mejores “cultores” de este deporte.
De este modo el 13 de setiembre, en Morona Cocha, a donde se trasladaron en el ferrocarril urbano- que en los días corrientes era de carga y conducía leñas a la ciudad desde la ribera del lago, en los días festivos convertía sus vagones para trasladar pasajeros-, se realizó el primer partido internacional de fútbol en la Amazonia peruana.
El combinado se formó de la siguiente manera:
Guardavalla- Rogelio Carrera Arévalo- Athletic
Defensas- Alex Besso- Sport Club
Doroteo Arévalo- Athletic
Medios- Julio A. Urrunaga- Athletic
Víctor Besso- Sport Club
Alejandro Arias- Sport Club
Delanteros- Francisco Teixeira- Sport Club
Emilio Vizcarra- Sport Club
David Villa- Athletic
Samuel Laredo- Athletic
David Abecasis- Athletic

El equipo inglés en el mismo orden de formación era el siguiente:
William Folliot
Francis Eutivisle
Edward Rogers
Robert Hope
Ben Martin
Davy Wilson
Robert Slipton
WillHorace Tromining
Henry Harrison
Arturo Cases
William Bermeth

Perdió el equipo inglés por 3 a 1, pero, necesario es puntualizar, que no eran sus componentes mejores futbolistas que los nuestros, mas como buenos ingleses no perdían oportunidad para hacer deporte.
El 8 de setiembre se llevó a cabo un concurso de tiro entre el Athletic y el Sport Club, que fue ganado por este.
El equipo del Athletic estaba formado por Celso Sotomarino, Santiago Flores Pinedo, David Villa, Manuel Castro, César Teixeira, Salomón Batagliatti, Leonidas Avendaño, David Meza y Nicolás Zanetti.
El del Sport Club, por Juan Pablo Quiñe (a la sazón su presidente), César Espinar, Emilio Wesche, Adolfo del Campo, Arturo Zanetti, J. Bouillón, Juan Vergara, Alfredo Cortez y Julio Daniell.
Aleccionados por esta derrota los del Athletic intensificaron sus prácticas de tiro, aprovechando de la invitación del capitán Carlos Sordestron.
El 8 de diciembre, en celebración de la fiesta de Punchana, en este caserío jugaron un nuevo partido de fútbol, resultando un empate a 3 goles.
Además de los deportes ya mencionados se empezó a practicar el box. Con este motivo el señor Cristian Alzamora obsequió al Athletic un “punching ball”, y Ricardo Montenegro, que tantos líos tuvo en el desempeño de su puesto de cobrador, por retener el producto de las cobranzas y hasta destituido de su cargo, hizo obsequio de un juego de guantes de box.
El segundo aniversario de la institución fue celebrado con regular pompa. Se hicieron imprimir tarjetas de invitación a la ceremonia, y una comisión compuesta por Gedeon Medina, Alfonso Bartra, Carlos Zubiate, Antonio Cruz Pérez, Daniel Ruiz y Doroteo Arévalo, se encargó de la ornamentación del local y demás detalles. La colecta que se hizo para celebrarla fue copiosa y la fiesta muy animada, a la que fueron invitados los socios de todos las instituciones locales.
En esta ceremonia se colocó en el local del club la primera fotografía del Dr. José Pardo Barreda, obsequiada por los señores Nicanor Saavedra que era alcalde de la ciudad, y Clemente Alcalá.
Al finalizar el mes de setiembre se trasladó la sede social de la casa del presidente Meza a un local de la calle Fitzcarrald, que hasta la década del sesenta tenía el número 225, de propiedad del señor Tomás Ramírez. La mudanza se hizo como ya era costumbre, por la noche, con la cooperación de todos los socios, y según gráfica expresión de la época “cargando como curuhuinses” sus pocos muebles y material deportivo.
Al terminar el periodo institucional se había realizado 25 sesiones de junta general y en libro de matrícula estaban inscritos 93 socios.

Wednesday, September 07, 2005

Historia del deporte...continúa

El directorio que se juramentó el 22 de marzo de 1908, para iniciar un nuevo periodo institucional fue elegido el 13 de marzo. La transmisión del mando, ceremonia a la que concurrieron muchos en calidad de espectadores, aparte de los 29 socios, se desarrolló en medio del mayor entusiasmo. Hicieron uso de la palabra, el presidente Meza, dando cuenta en su memoria de la marcha de la institución y los proyectos para el futuro, y pronunciando entusiasmados discursos Julio A. Daniell, Hibraín A. Vásquez y Doroteo Arévalo.
La inusitada concurrencia y el entusiasmo reinante en la ceremonia, fueron una muestra de cómo iba cobrando realce e importancia en el ambiente la novel institución. Era ya el sexto periodo institucional en el curso de menos de dos años, pero, todos ellos dentro de la más absoluta normalidad, siendo siempre los directorios, libremente elegidos. Todo hace suponer, que su falta de experiencia, hacía que no se dieran cuenta de que en los mandatos directivos deberían tener por lo menos un año de duración.
Como siempre el problema económico era el más saltante. No obstante la continua amenaza de la comisión fiscal, siempre había morosos. Por eso, uno de los primeros proyectos aprobados fue el que establecía la separación inmediata del socio que adeudara tres meses, haciendo pública esta separación en los diarios locales.
Esta disposición estaba destinada, como otras de su género, a no ser aplicada con todo el rigor de la letra, porque había casos, en que por tratarse de escolares, resultaba excesivamente dura. Tenía en consecuencia, la comisión fiscal, que proceder con bastante tino para sancionar aquellos casos excepcionalmente comprobados de mala voluntad.
No fue pues, una solución el tal temperamento. Y con las arcas vacías tenían que afrontar los directivos la adquisición de material deportivo, útiles de escritorio y últimamente el pago de alquileres del local.
La tolerancia del señor Urrunaga (padre), sólo explicable porque su hijo pertenecía al directorio como tesorero, no podía ser explotada por mucho tiempo en beneficio del club. Comprendiéndolo así el presidente hacía los mayores esfuerzos para cumplir con el pago sin lograrlo, llegando, en oportunidad de la organización de un baile para festejar a las directivas cesante y electa, a hacer uso de los fondos colectados para ese efecto, ascendente a la suma de S/. 46.00, para cubrir en parte esa deuda, lo que provocó la protesta general de un sector minoritario, que pidió la aprobación de dicho procedimiento. Se aprobó, pero luego de una violenta discusión y desagradables incidentes.
Para remediar la situación, el presidente ofreció nuevamente su casa para local del club, lo que se aprobó después de otra acalorada discusión, señalándose el día 27 de abril para la mudanza, la que debía ser sólo provisional, encargándose todos los socios de la búsqueda de un local acorde con las posibilidades económicas del naciente club.
En días sucesivos se concluyó la discusión del estatuto aprobándose su impresión en folletos; se aprobó, encargar la copia final que serviría de original, a los socios Juan B. Rojas Torres e Hibraín A. Vásquez.
En este periodo se adoptó el sistema de solicitud de ingreso. Antes, el propuesto era simplemente presentado por dos socios en una sesión para el juramento de estilo, procedimiento en realidad más significativo. La innovación fue propuesta por Doroteo Arévalo. Otra interesante proposición presentada por él mismo y aprobada, fue que el socio propuesto no debería pertenecer a otra institución de la misma índole. Con el tiempo esta disposición perdió importancia y cayó en desuso.
El antiguo uniforme de deportes fue modificado, adoptándose el proyecto de Rogerio Carrera, que consistía en camiseta mitad blanca y mitad verde, pantalón corto negro con vivo verde en las costuras, gorra también mitad blanca y mitad verde, y medias marrón oscuro. En el bolsillo de la camiseta un monograma con las iniciales AC.
Se hizo el pedido de este uniforme a Europa por intermedio de la Iquitos Trading Co. Ltda. de la que era gerente el señor Arturo Cases, hombre encariñado con el deporte local haciéndosele entrega de la mitad aproximada del valor del pedido; pero como en perspectiva había un torneo con el Sport Club, se acordó también que una comisión compuesta por Laredo, Arévalo, Carrera y Vicente Cunti, se encargara de la confección de un uniforme con las mismas características.
Otra comisión, compuesta por el mismo Arévalo, Laredo e Hibraín A. Vásquez, se encargó de llegar a un acuerdo con el Dr. Rómulo Paredes para subir a escena una zarzuela, de la que era autor, titulada “La última escuela”, en una velada de beneficio para el club, la que se llevó a efecto con rotundo éxito el 21 de noviembre de 1908 en el salón Napoleón. Además se subió a escena “La geisha” y en esta actuaron gentilmente los artistas de la Compañía Amurrio, entre ellos la señorita Amelia Poli, de gratos recuerdos, el barítono Aleardo Ferrando y la misma esposa del director de la compañía señora Amurrio. Los fondos se destinaron al incremento del gimnasio.
Las actividades deportivas fueron aumentando en importancia y se empezaron a saborear los primeros triunfos. El 24 de mayo de 1908 se realizó un festival deportivo organizado por el Athletic en el Bembón.
Las competencias atléticas fueron de carácter interno y se otorgaron premios a los vencedores. Fueron una especie de calificación a los jugadores que debían intervenir en las competencias que se estaban programando para las fiestas patrias. Como número final y ante nutrida concurrencia se jugó un partido de fútbol con el Sport Club invitado especialmente, en el que por primera vez el Athletic no resultó vencido quedando empatados a dos goles por bando.
A comienzos del mes de junio se fundó el primer club de tenis. Su gestor fue don Pablo Morey, quien como anotamos lo fue también del desaparecido Alianza y del Sport Club.
He aquí su primera junta directiva:
Presidente Pablo Morey del Águila
Vicepresidente Abel Toledo Ocampo
Secretario Adolfo Dreyfus
Tesorero Carlos Hernández
Capitán de juegos Gastón Gatty
Vocales Ignacio Billman
Luis Medina Pinón
José R. Munárriz.

El 17 de julio al llegar en el vapor “Huayna” en varios bultos y con un peso de 35 toneladas, el monumento a los loretanos caídos en la guerra del Pacífico, los socios del Athletic y del Sport Club enviaron al gobierno un mensaje de agradecimiento, en nombre de todos los deportistas loretanos. El recientemente fundado Club de Tenis también se aunó a esta expresión de gratitud.
Con motivo de la celebración de las fiestas patrias hubo gran actividad deportiva. El Sport Club por un lado organizó un concurso de tiro en los días 28, 29 y 30 para tres categorías; el 28 entre equipos del Sport Club y Athletic, el 29 entre alumnos de las escuelas y el 30 entre militares y civiles.
El concurso para las dos primeras categorías fue con fusil de guerra a 200metros, los resultados entre el Sport Club y Athletic fueron:
1° Carlos Sordestron del Athletic 5 balas 22 puntos
2° Antonio Zanetti del Sport Club 4 balas 13 puntos
3° Julio Daniell del Athletic 3 balas 8 puntos

En el concurso para escolares intervinieron 40 concursantes, los resultados:
1° Pedro Ruiz 5 balas 10 puntos
2° Rubén Ramírez 3 balas 9 puntos
3° Manuel Vacalla 2 balas 2 puntos

El concurso entre militares y civiles fue a una distancia de 400 metros, el resultado:
1° Carlos Sordestron 5 balas 10 puntos capitán EP
2° Carlos Hallenhoff 5 balas 10 puntos teniente EP
3° Octavio Buillón 5 balas 9 puntos civil

El 30 de julio por la tarde, a iniciativa del Athletic y organizado por este se realizó otro campeonato de atletismo que culminó con un partido de fútbol. En atletismo obtuvo los primeros puestos en salto alto con garrocha y 100 metros planos, Doroteo Arévalo, venciendo a Sebastián Castro López del Sport Club con un salto de dos metros setenta. El tiempo de los 100 metro no se controló seguramente porque no habría en ese tiempo cronómetros. El partido de fútbol resultó la primera victoria del Athletic en su historia, que logró imponerse al Sport Club en un reñido partido por 3 goles a 1, con gran desesperación y disgusto de sus jugadores, que hasta entonces habían sido invencibles.
Este triunfo, del que algunos no querían convencerse y otros no se cansaban de festejar, dio motivo para un nuevo desafío (como se llamaba entonces a las invitaciones a un torneo), a título de revancha y esta vez de parte del Sport Club.
Algo que caldeó aun más los ánimos de los deportistas de ambos clubes, fue que “Loreto Comercial” diario de esa época, en su número 506 hacía elogiosos comentarios de la victoria del Athletic y los progresos que demostraba en el deporte y en su organización.
Para darle mayor interés a la nueva competencia, se convino la disputa de una copa de plata que debía ser ofrecida por el vencido y según el mismo convenio, previamente discutido por los delegados de ambos clubes, debería disputarse anualmente y en la misma fecha en los años siguientes.
Los delegados nombrados por el Athletic fueron Doroteo Arévalo, Alejandro Vargas, David Abecasis, que eran capitán, segundo capitán e instructor de tiro respectivamente, y Santiago Flores Pinedo. Una de las condiciones impuestas por el Athletic fue que se disputaran en el torneo pruebas atléticas, nudo de guerra y lucha romana, además del fútbol.
Las pruebas se realizaron el 30 de agosto en el Bembón y el resultado fue una ajustada victoria del Sport Club, tanto en las pruebas atléticas como en el nudo de guerra y el fútbol, pues en este partido se perdió por 1 a 0, en un reciamente disputado encuentro del que, los que no salieron convencidos fueron esta vez los del Athletic.
Para este torneo fueron designados jueces de campo los doctores Rómulo Paredes y Francisco Lanatta, y la copa fue entregada el 27 de noviembre, al mismo tiempo que una medalla al guardameta Rogerio Carrera del Athletic, por su brillante desempeño en el partido.

Wednesday, August 31, 2005

Imágenes para el recuerdo


Directorio periodo 1920-1921

De izquierda a derecha, de pie:
Julio Olórtegui, Carlos Documet Muñoz, Eduardo Noriega Rengífo, Francisco Silva Bartra, Manuel Burga Soto, Jorge Noriega Rengífo.
Sentados:
Doroteo Arévalo Bernales, Manuel Vásquez Jares, Meneleo Meza López, José Antonio Rengífo, Carlos De Freitas.






Equipo de fútbol con el uniforme de esos años, ganador de la Copa Israel 1913-1914
De izquierda a derecha, de pie:
José Chapiama, Rafael del Águila, Ángelo Ratteri, Manuel Dávila, Julio Murrieta.
Agachados: Pedro Villacorta, Braulio Meza, Miguel Zumaeta.
Sentados: Enrique Zumaeta, Manuel D’Almeida, Juan José Ramírez

Historia del deporte...continúa

Al iniciarse un nuevo periodo el 24 de noviembre de 1907 fue nombrada una comisión, compuesta por los señores Valentín Herencia y Cristian Alzamora, ajenos a la institución, para que se encargara de la revisión definitiva del proyecto de estatutos del club.
Se estableció también el otorgamiento de diplomas a los socios, que en calidad de títulos los acreditara como tales. Para hacer más significativa la entrega de dichos diplomas se organizó una ceremonia el domingo 9 de febrero, que culminó en una “matinée danzant”, a la que fueron invitadas distinguidas familias. Para dar mayor realce a la fiesta se designó “Reina Floral” a la señorita Rosa García y “Damas de Honor” a las señoritas María Antonieta Burga y Petronila de Souza Peixoto.
En esta época se organizó el “Batallón Voluntarios de Loreto” a iniciativa de los señores: doctor Genaro Herrera, teniente Oscar Mavila, y comandante Jorge Von Hassel; cuerpo en el que recibían instrucción militar todos los ciudadanos civiles y en el que, más que todo, se inculcaba el amor patrio y el ansia de reivindicación al aun sangrante desgarrón que nos había dado Chile en la guerra del Pacífico. Se organizó con dicho motivo un desfile cívico al que fue invitado oficialmente el Athletic, que asistió en corporación, ostentando todos su insignia: el botón verde. La manifestación fue una verdadera expresión del culto a nuestra nacionalidad y amor a la patria.
A partir de esta actuación se organizó la concurrencia dominical a la instrucción de los voluntarios, a la que asistían obligatoriamente todos los socios del club.

Como ya poseía el club algún material deportivo y comprendiendo que necesitaban para sus actividades de absoluta independencia, por primera vez acordaron alquilar un local. Además, tenían la esperanza de que al contraer una obligación, se sentirían impulsados a ser puntuales en el pago de sus cuotas mensuales.
En esta idea y merced a la influencia de su tesorero Julio A. Urrunaga, lograron conseguir que les fuera alquilada una magnifica planta alta en la calle del Próspero, llamada así en recuerdo del primer barco que acoderó en el puerto de Iquitos. La casa era de propiedad del padre de Urrunaga, y hasta la década del 60 tenía el número 634.
La transformación fue completa. Se dotó al local de luz eléctrica, los socios Daniell y Andrade, y el presidente Meza obsequiaron variados artículos de distracción, entre ellos juegos de ajedrez, damas, dominó, mazos de naipes y muebles apropiados,
Ya en esta época se empezó a pensar en la adquisición de un terreno para campo de deportes. Con este motivo, conociendo los socios la posibilidad de habilitar el terreno del antiguo cementerio (hoy Plaza 28 de julio), para tal fin, solicitaron a la Municipalidad les fuera concedido. Su petición fue aprobada, pero con la condición de que el club se encargara de despejarlo en toda su extensión y ponerlo en condiciones de ser utilizado. Al considerarse el trabajo que dicha obra representaba se llegó a la conclusión de que sería excesivamente costoso, aparte de que el club no utilizaría el campo en su totalidad. Se propuso al Concejo que autorizara despejar y poner expedito sólo el área utilizable para una cancha de fútbol. El Concejo solicitó informe al inspector del ramo de aquel entonces, un señor de apellido Valencia, quien lo emitió en sentido desfavorable imponiendo como condición definitiva que la limpieza fuera total.
Aquí terminó el proyecto, pues los directivos resolvieron aplazar las gestiones para oportunidad más propicia.
El entusiasmo por los deportes se estaba despertando. Fernando Brusco, que tenía conocimientos de esgrima introdujo la enseñanza de este ejercicio en el programa de actividades, y como medida inmediata se aprobó el pedido a Europa de un juego de floretes y sus accesorios de salón, nombrándose también al teniente Juan Tarazona, para la misma instrucción en las ausencias de Brusco; pero Tarazona era tan entusiasta profesor de esgrima, que al final quedó definitivamente en la dirección de la sección.
Este periodo presidencial tuvo también corta duración y una nueva elección renovó el directorio en parte, instalándose el 22 de marzo de 1908.

Monday, August 29, 2005

ANECDOTARIO

La bola de fútbol se había roto y en una sesión se suscitó una discusión acerca de si se debía comprar con fondos del club o se hacía una colecta. Doroteo Arévalo pidió la palabra y dijo: aquí no cabe discusión señor presidente, ¡que se haga una colecta!
Aprobada la moción de inmediato se procedió y los primeros donantes fueron Ricardo Andrade y Julio Daniell, que dieron media libra cada uno. Luego Moisés del Castillo y Leoncio Rías dieron dos soles respectivamente. Le tocaba el turno a Doroteo y cuando el vocal se le acercó a solicitarle el óbolo le dijo: ¡sólo se juega con una pelota y con lo donado ya sobra para comprarla! Además, yo he dado la idea y ese ha sido mi óbolo…

Estaban todos en el campo de entrenamiento aquel domingo y no había pelota.
Averiguado el motivo resultó que Andrade se la había llevado a San Juan, con otros amigos, sin avisar a los socios del club.
Fue denunciado en la sesión inmediata y Doroteo Arévalo, que siempre se distinguió por sus punzantes salidas, al intervenir en el debate en el que se juzgaba a Andrade dijo: está bien que haya donado media libra para la compra de la pelota, pero, está mal que por eso crea que es medio suya.
Como castigo Andrade fue despojado de todos sus cargos.

Después de haberse efectuado una función en el “Cinematógrafo Pathe” organizada por el Athletic, pro compra del Buque Escuela, hicieron el balance, omitiendo por olvido el pago del alquiler del local.
Semanas después de entregados los fondos al comité local, un día el presidente recibió una notificación de la sub-prefectura, demandándole el pago de dichos alquileres, ascendente a la suma de S/. 250.00.
Como el plazo era perentorio, el presidente no tuvo otro remedio que pagar de “su bolsillo” S/. 100.00, a cuenta, comprometiéndose a pagar el saldo en el plazo de dos días, lo que consiguió haciendo una colecta en la sesión a la que citó de inmediato.
De este modo el Athletic, aparte de las actividades mencionadas, contribuyó a la compra del Buque Escuela con S/. 250.00

En una sesión, alguien presentó un proyecto para que fueran exonerados del pago de cuotas los que desempeñaban cargos directivos. Como de costumbre se suscitó acalorada discusión en pro y contra del proyecto.
Repentinamente se puso de pie Julio Daniell, y dirigiéndose al grupo que defendía la exoneración les dijo: ¡esas son tonterías inventadas por ustedes, sólo falta que pidan que se les pague a los directivos! ¡No señor, deben pagar todos o que nadie pague! ¡A ver qué hace el club sin plata!
El proyecto fue rechazado por abrumadora mayoría.

Uno de los primeros socios que fue separado del club por moroso fue Leoncio Burga Pippo. Como siempre fue de carácter irascible e impetuoso, no quiso atender las razones del cobrador y este dio cuenta para su depuración, agregando que hasta casi fue maltratado de obra. Al dar cuenta el secretario que había sido “tarjado” el nombre de Burga del libro de matrícula de socios, indicó que en la columna de observaciones lo había calificado de insolente.

Algo más grave fue lo que hizo Villamar y que le costó la expulsión definitiva del club.
Se ignora con que fines dirigió una nota al tesorero del Concejo don Baldomero Catter, pidiéndole
dos libras en calidad de préstamo y firmando con la firma del presidente Meza. Catter no dio el dinero y volvió la nota al presidente, creyendo que él se la había remitido.
El presidente denunció el hecho en sesión, para averiguar quien era el autor de la nota. Practicadas las investigaciones resultó ser Villamar. La comisión fiscal dictaminó expulsión definitiva y devolución del diploma de socio. Villamar se declaró rebelde y fue necesario nombrar una comisión con Doroteo Arévalo e Hibraín A. Vásquez, para recoger del domicilio de Villamar el diploma de socio.

Saturday, August 27, 2005

DOROTEO AREVALO BERNALES


Doroteo Arévalo Bernales,luciendo una de las primeras medallas que otorgara la Municipalidad de Iquitos a los vencedores en las pruebas atléticas realizadas en la fiestas patrias de 1908

La mujer en el deporte loretano


El clima de entusiasmo que reinaba por las actividades deportivas se hizo contagioso en la mujer loretana. Sólo faltaba alguien que diera la voz y todas concurrirían prestas y animosas.
Y ocurrió el hecho. Rosa Palestini hacía poco había llegado de Italia. Pintaba vistosos paisajes, cantaba preciosas canciones italianas y…bailaba los aires de moda. Vivía en la calle Arica 778. Desde luego Rosita hizo amistad con muchas chicas entre las que se encontraba Emilia Beuzeville, las Augustini, las Edery, y hablando-hablando, que eso es lo que mejor hacen las mujeres, hizo conocer en sus tertulias la noticia de cómo la mujer ya practicaba el deporte en Italia. Las amigas se entusiasmaron y un día, que se hizo memorable-el 8 de junio de 1926-un grupo de 16 chicas, lo más granado de la juventud femenina, presentó una moción en el Athletic Club José Pardo, solicitando la creación de una sección femenina para practicar el deporte. Los nombres de las chicas están en el orden en que firmaron la moción: Emilia Beuzeville, Rosa Palestini, Luisa Palestini, Eduarda Augustini, Mercedes Augustini, Mary Edery, Sara Edery, Elvira Edery , Consuelo Edery, Luz Angélica Velásquez, Sara Mutín, Isaura García, Andrea Rocha, y María Luisa Camino
El Athletic bajo la presidencia de Emilio Berger, aceptó con gran beneplácito la iniciativa, y de inmediato se nombró una comisión para formular los reglamentos y los instructores que habrían de hacerse cargo de la preparación de las noveles deportistas. Se alquiló por S/. 13 mensuales la cancha llamada “El bembón” para las prácticas y ejercicios.
En el curso de los días siguientes se inscribieron:
Dolores Cisneros, Flor de María Mori, Juana López, Juana Terrones, Rosaura Marrache, Blanca Catter, Ernestina Catter, Teresa Catter, Margarita Henderson, Juana Ferreira, Bertha Moses, Mercedes Mariache, Zoila Valdivia, Ofelia Elespuru, Delicia Dellepiani, Josefa Vásquez, Victoria Lozano, María Prieto, Marina Prieto, Herlinda Sánchez, Augusta del Águila, Rosaura Vásquez, Inés Cerrel, y otros nombres que se nos escapan.
Casi simultáneamente, el Club Loreto creó también su sección femenina. Una chiquilla de 14 años, cuyo corazón sólo latía por el rojo y blanco del Loreto, fue la gestora de la formación de dicha sección: Asteria del Águila, y quienes la acompañaron fueron: María Brígida Nacimento, Julia Montero, Rosa Montero, Feliciana Fachín, Encarnación Dávila, Adolfina Page, Carmen Ruiz, María Rion, Adela Braizat, Luzmila Perea, Etelvina Perea, Ángela Araujo, Sara Emilia Osambela, Manuela Ruiz, Mercedes Araujo, Aurora López, Teresa Montero, Adalguisa Mattos, Consuelo Mattos, e Isabel Rengifo.
Lo mismo ocurrió en el Dos de Mayo, donde Mercedes García y María Luisa del Castillo, dos chicas cuya ilusión era el albiverde del uniforme del club, reunieron lo que más tarde habría de ser uno de los primeros equipos femeninos que jugó fútbol en el Perú. Además de García y del Castillo estaban Hilda Rivera, Delia Vargas, Florentina Vargas, Selfa Vargas, Rosa Vargas, Esther Chacón, Emma Sánchez, Ernestina Tafur, Carmen Rojas, Cecilia Ramírez y muchas más cuyos nombres se nos perdieron.
Pero nunca faltan detractores o personas que creen saber mucho y se sienten o erigen en jueces o críticos a falta de otro medio de darse importancia. Así, sucedió que en un periodiquito, cuyo director responsable o mejor dicho dueño era una escritora o periodista de nombre Nina de Flores, hizo una crítica del deporte que practicaban las chicas y entre otras pocas alentadoras apreciaciones las acusaba de snobismo. Ni las chicas ni el público muy sensatamente le hizo caso y continuaron con sus prácticas y su público.
En atletismo las secciones femeninas lograron marcas que para ser las primeras fueron notables. Las que destacaron: en 80 metros planos Rosa Palestini puso 12 segundos, Adela Braizat marcó 4.17 metros en salto largo, Josefa Vásquez Córdova en salto alto pasó la varilla a 1.25 metros. Mercedes García del Dos de Mayo marcó 15.4 segundos en 100 metros adjudicándose un trofeo, seguida de Delicia Dellepiani del Athletic y Adolfina Page del Loreto. En lanzamiento de bala Adela Braizat puso 7.42 metros, Ernestina Catter del Athletic 7.11 metros y Rosa Fonseca también del Athletic 7.04 metros. En salto triple Adela Braizat saltó 8.44 metros, Delicia Dellepiani 8.22metros.

Wednesday, August 24, 2005

Historia del deporte...continúa

El tercer periodo institucional se inició el 27 de marzo de 1907. No hemos podido averiguar qué motivos originaban periodos institucionales tan breves y elecciones en tan corto tiempo, dando la impresión de vivir el club un clima de intranquilidad y desacuerdo, que no era tal. La seguridad de esta afirmación está fundada en que la junta directiva fue re-elegida íntegramente para el tercer periodo. Lo probable es que la falta de experiencia de los noveles dirigentes diera lugar a este temperamento. La elección y juramentación se efectuó el mismo 27 de marzo.
En este periodo se instituyó el botón verde como distintivo de los socios en las ceremonias de carácter oficial o institucional, llegando posteriormente a hacerse de uso diario, en la solapa del saco o en la cinta del sombrero.
Con motivo de las fiestas patrias se organizó por primera vez un programa de pruebas deportivas que debían disputarse con el Sport Club.
He aquí las pruebas:
Carrera de 100 metros
Salto largo
Carrera de resistencia (se llamó así a la carrera de 200 metros)
Salto alto
Lanzamiento de peso (era el primitivo lanzamiento de bala)
Las pruebas colectivas o de equipo fueron:
Nudo de guerra
Cricket
Fútbol
Al terminarse este periodo institucional se habían realizado 9 sesiones, habían ingresado como socios activos 16 solicitantes y el balance efectuado por tesorería, arrojó el primer saldo favorable de S/. 39.20.

El 14 de julio de 1907 se inicia un nuevo periodo en el que la renovación de cargos fue casi completa, he aquí la composición de la junta directiva:
Presidente Doroteo Arévalo
Vicepresidente Hibraín A. Vásquez
Secretario David Meza
Tesorero Julio A. Urrunaga
Bibliotecario Juan B. Rojas Torres
Vocales Santiago Moncayo
Moisés del Castillo
Santiago Flores Pinedo
Antonio Pereira Goncalvez
Capitán de juegos Doroteo Arévalo
Instructor de tiro Leonidas Avendaño
Segundo capitán Ricardo Andrade
Esta fue la primera renovación de cargos que revistió caracteres de ceremonia, en la que el presidente cesante, Meza, leyó una memoria y el entrante un discurso en que elogiaba la actuación del directorio que cesaba y presentaba un programa de actividades para el nuevo periodo.
El primer temperamento adoptado por el presidente fue trasladar la sede social del club, del domicilio particular de Meneleo Meza a su propio domicilio, situado en la primera cuadra de la calle Napo, con el propósito de brindar también su aporte y estar más cerca de las actividades del club.
El resultado del campeonato organizado en celebración de las fiestas patrias fue desfavorable al Athletic, que lo único que logró demostrar con derroche, fue entusiasmo y pundonor. En las pruebas atléticas los del Sport Club ocuparon los primeros puestos, casi invariablemente.
He aquí los resultados:
100 metros planos 1° Doroteo Arévalo Athletic
2° Bernardo Dávila Sport Club
3° Miguel Bringas Athletic

Salto largo 1° Francisco Teixeira Sport Club
2° Miguel Bringas Athletic
3° Bernardo Dávila Sport Club

200 metros 1° Samuel Laredo Sport Club
2° Doroteo Arévalo Athletic
3° Miguel Bringas Athletic

Salto alto 1° Sebastián Castro López Sport Club
2° Doroteo Arévalo Athletic
3° Francisco Teixeira Sport Club

Lanzamiento de bala 1° Carlos Marchetti Sport Club
2° Saverio Popolizio Sport Club
3° Rogelio Carrera Athletic

En el partido de fútbol igualmente fue vencido el Athletic por 4 a 2, lo mismo que en el partido de cricket, consiguiendo sólo la victoria en el nudo de guerra.
Una de las importantes gestiones de este mandato fue la intervención en la creación de un comité pro fondos para la compra de un Buque Escuela, que a pedido de Meza, se adhirió a la iniciativa lanzada en Lima, por una “Junta Patriótica” presidida por el señor Federico Villarreal. En sesión del 10 de octubre se suscribió un acta de instalación del citado comité y los firmantes fueron: Moisés del Castillo, Antonio Pereira Goncalvez, Alfonso Bartra del Águila, Miguel Zumaeta, Carlos A. Pérez, Leonidas Pinedo, Antonio Cruz Pérez, Meneleo Meza, David Meza, Leoncio Ríos, Francisco Reátegui, Julio Soplín, Ricardo Montenegro, Braulio Meza, Doroteo Arévalo e Hibraín A. Vásquez.
Fueron elegidos presidente del comité el señor Juan Tizón, sub-prefecto de la provincia, y tesorero el señor Baldomero Catter, además tesorero del Concejo provincial.
La organización del citado comité, como se llamó al acto mismo de la colecta pública, fue todo un éxito, porque es sabido cómo responde el pueblo de Iquitos a toda iniciativa de carácter patriótico. Después se hicieron veladas de beneficio y otras actuaciones, encaminadas a reunir fondos, los que fueron entregados por el comité patriótico loretano al organismo central de Lima. Aunque no se llegó a comprar el Buque Escuela que se sepa, posteriormente esos fondos pasaron al Comité Pro-Marina, creado algunos años después en Lima, el que también tuvo su filial en Iquitos.
Como una de las actividades encaminadas a la adquisición de fondos, se organizó una función en el Cinematógrafo Pathe, el sábado 26 de octubre, el que fue un éxito rotundo. Todo a iniciativa del Athletic.

Al formularse el presupuesto para el año 1908, por una comisión especial, el club contaba con un saldo favorable de S/. 46.45. Nótese la seriedad de este procedimiento que habla elocuentemente de la capacidad de organización de aquel entonces.
En el lapso de 4 meses que duró el periodo de Doroteo Arévalo, el número de socios había aumentado a 66 y se había realizado 10 sesiones ordinarias y 2 extraordinarias, todas de asamblea general.
He aquí la relación de socios que se habían inscrito hasta noviembre de 1907:
Tomás Torres, Leoncio Ríos, Moisés del Castillo, Francisco Silva Bartra, Eleodoro Villacrés, Zenón Zumaeta, Julio Soplín, Antonio Pereira Goncalvez, Ricardo Andrade, Osías Pinedo, Manuel Burga Soto, Ricardo del Águila, Luis Tello, Julio A. Daniell, Juan Suarón, Marcelino Acosta, Miguel Zumaeta, Federico Reátegui, Federico Salomón, Israel Vela, Aurelio Saavedra, Roberto Pinedo, Miguel Puerta, Alejandro Arias, Rodolfo Díaz, César Montalván, Andrés Torres, Horacio Young, César Maldonado, José E. Chávez, Benedicto Díaz, Miguel Reátegui, José Batagliatti, Carlos Zubiate, Alejandro Vargas, Leoncio Burga Pippo, Juan C. Torres.

Sunday, August 21, 2005

Historia del deporte...continúa

HISTORIA DEL DEPORTE…..continúa.

Sabedores los del Sport Club de la fundación de la nueva institución deportiva, invitaron a sus socios, en forma simplemente verbal, a un concurso de tiro al blanco, lo que consideraron incorrecto los del Athletic y resolvieron no aceptarla, haciéndoles conocer, en forma también verbal a los del Sport Club, el motivo de dicha resolución.
Era un gesto que indicaba que lo noveles dirigentes estaba decididos a marchar en forma ordenada y dentro de las normas establecidas para las relaciones institucionales.
Para regularizar el movimiento de socios se abrió un libro de matrícula, que hasta hoy existe en los archivos, en el que se anotaba nombres y apellidos, nacionalidad, fecha de ingreso, edad, domicilio, ocupación, deportes que conocía y practicaba cada inscrito, y una columna especial para anotar las causas por el que el socio dejaba de serlo y la fecha en que esto sucedía.
Empezaron a practicar los deportes conocidos: tiro al blanco, cricket (muy difundido en esa época), y fútbol, los domingos y días feriados desde las dos de la tarde, iniciándose de esta forma las competencias.
El primer emblema del club fue una figura que representaba dos fusiles cruzados en el guardamano, atados por una cinta con los colores nacionales, en el ángulo inferior una pelota de fútbol y en el superior una de cricket.
Apenas transcurridos tres meses las dificultades económicas empezaban a hacerse sentir, pues malamente tenían para la compra de material deportivo y útiles de escritorio. Y era natural que esto sucediera, porque la mayoría de los socios eran escolares y no cumplían con el pago de sus cuotas con las que había que mantener la institución, cuyos gastos por pequeños que fueran no era posible eludir.
Esta situación los impulsó a proponer la designación de socios honorarios en busca de ayuda económica.
Después de una acalorada discusión en una de las sesiones, en la que el presidente se vio en la necesidad de suspenderla varias veces para calmar los ánimos, la mayoría aprobó que los socios honorarios sólo podrían ser los del Sport Club.
Este acuerdo, al parecer absurdo, pues se trataba de los rivales del Athletic, tiene su explicación en el hecho de que muchos de los socios de ambos clubes estaba ligado por vínculos de amistad, y aunque en la lides deportivas fueran antagonistas, había tal comunión de ideales y fraternidad deportiva, que en muchas ocasiones como veremos más adelante, llegaron a unir sus fuerzas para confrontaciones deportivas con equipos ingleses.
Por otra parte, los del Sport Club tenían posición económica desahogada, condición que requería quien fuera propuesto como socio honorario.
Los primeros candidatos fueron Raúl Guichard, Rómulo Rojas y Luis A. Velásquez, quienes aceptaron solicitando ser admitidos como socios activos, y César M. Hernández, quien agradeció la distinción y ofreció todo su apoyo y colaboración.
No llegó a efectuarse ninguna competencia deportiva con el Sport Club; y aunque ya estaba constituido el equipo de fútbol, tenía dos buenos atletas en Doroteo Arévalo y Miguel Bringas, buenos tiradores como Juan B. Rojas Torres, Leonidas Avendaño y Nicolás Zanetti; todo el empeño se encaminó a ejercitarse y superarse en las diferentes pruebas.
El uniforme era aún una incógnita por la dificultad de su adquisición y cada uno vestía lo más cómodo y fácil de conseguir.
En estos tres meses se inscribieron, también como socios activos Miguel Bringas, que como dijimos era un verdadero cultor del deporte, José Antonio Rengífo, Elías Babilonia, y tres señores que fueron propuestos como socios honorarios, sumando al finalizar el año 34 socios activos. Honorarios eran los señores Luis Felipe Ego Aguirre y César M. Hernández.
El 4 de noviembre en sesión extraordinaria, Meza propuso una nueva elección para iniciar el nuevo año. Propuso así mismo la elección de un presidente honorario, elección que recayó en el señor Luis Felipe Ego Aguirre.
El 1 de diciembre de 1906 se efectuó la primera renovación de cargos, juramentándose la nueva junta directiva que tuvo pocas variantes:
Presidente Meneleo Meza
Vicepresidente Ricardo Montenegro
Secretario Hibraín A. Vásquez
Tesorero Leonidas Avendaño
Capitán de juegos Doroteo Arévalo
Vocales Santiago Moncayo
Arturo Pereira
Arnaldo Suárez
Alfonso Bartra
Hibraín A. Vásquez seguía siendo secretario aunque sólo nominalmente, pues Doroteo Arévalo desempeñaba el cargo, del mismo modo que Montenegro seguía siendo cobrador y citador además de vicepresidente.
Se constituyó la comisión encargada de proyectar el estatuto del club, con Meza, Arévalo, Rojas Torres e Hibraín A. Vásquez.
Uno de los importantes acuerdos tomados a iniciativa de este, fue la creación de una biblioteca. Para su organización se eligió un prosecretario, quien al mismo tiempo debería ser director de la misma. La elección recayó en Daniel Ruiz. Así mismo se acordó que todos los socios, obligatoriamente contribuyeran a la formación de la biblioteca, con un volumen debidamente encuadernado, encargándose a los vocales la misión de recogerlos del domicilio de los donantes.
Las primeras competencias deportivas se efectuaron en este periodo. Se jugaron dos partidos de fútbol con el Sport Club, que fueron otras tantas derrotas aunque no por elevado marcador, 3 a 1 el primero y 2 a 1 el segundo.
El equipo del Sport Club era el siguiente: José Toledano, Alex Besso, Carlos Marchetti, Bernardo Dávila, Alejandro Arias, Víctor Besso, Alfredo Cortez, Francisco Teixeira, Víctor Israel, Sebastián Castro López y Emilio Vizcarra.
En las pruebas atléticas empezó a destacar Doroteo Arévalo, quien en salto con garrocha llegó a pasar muy fácilmente 2.80 metros.
Casi al finalizar este segundo periodo institucional fue aprobado el primer estatuto del club.

Thursday, August 18, 2005

Historia del deporte loretano

PALABRAS NECESARIAS.

Pablo Carmelo Montalván “PACARMON” nació en Iquitos el 16 de diciembre de 1906 y falleció en Lima el 18 de setiembre de 1983. Desde muy joven hizo periodismo en importantes medios de comunicación locales, escribió, produjo y condujo programas radiales con libretos de su creación. Publicó el “Rescate de Leticia” sobre su experiencia de voluntario en el conflicto bélico entre Perú y Colombia. Se conserva inédita “El colmillo del lagarto” y “La historia del deporte loretano” así como su variada obra poética.
Yo, Pablo FernandoMontalván su hijo y quien edita hoy esta "Historia del deporte loretano", digo: para ustedes amigos lectores todo esto.
pacarmon@yahoo.es

HISTORIA DEL DEPORTE LORETANO

…¡Tienes razón Meneleo! ¡Debemos formar otro club!
Es tiempo de que lo hagamos. Así habría verdadero interés para ganar los “match”
Entonces no esperemos más. Nos reuniremos el sábado en la casa de Meza…

Este fue el final de una conversación entre un grupo de muchachos, que todas las noches se reunía en la plaza principal de Iquitos, que en esa época, el año 1906, era sólo un pampón, más o menos despejado, sin otro atractivo que su nombre y su situación céntrica, y tres edificios: la “casa de fierro”, título aplicado por su estructura, y que ambos, edificio y nombre aún subsisten. Al lado opuesto una construcción, que varias veces remozada es el casino de los Institutos Armados, y la Iglesia, con su torre y campanario, de aceptable arquitectura pueblerina, ya desaparecida hoy y que ocupaba el lado norte de la actual plaza principal.
La edad de estos muchachos fluctuaba entre los doce y los diecinueve años. Los más eran escolares
y algunos ya se dedicaban al trabajo.
Muchos de ellos practicaban el deporte en general y especialmente el fútbol en el Sport Club, institución deportiva que fue organizada en la postrimerías del año 1904, en el que figuraban los hermanos Alex, Miguel y Víctor Besso, los hermanos Víctor y Rafael Israel, Alejandro Fry, que en Lima fuera socio del Lima Cricket Fútbol Club, en 1898; Eduardo Stevens, de la Universidad de Oxford, José Toledano, Arturo Cases, Samuel Laredo, David Abecasís, Carlos Marchetti, Hubert Harding, Saverio Popolizio, Pablo Morey del Águila, Francisco Texeira, Alejandro Arias, Rogelio Carrera, Doroteo Arévalo Bernales, Emilio Vizcarra, Alfredo Cortéz, Bernardo Dávila, Juan Olórtegui Villacorta, Juan Pablo Quiñe, Abel Toledo Ocampo, Luis Medina Pinón, Roberto Zumaeta, César Hernández y muchos otros, cuyos nombres se han perdido en el polvo del olvido.
De antes no se tiene noticia concreta de prácticas deportivas, no obstante saber de la existencia, entre 1900 y 1902, de un club denominado Alianza, de cuyos gestores tampoco se tiene conocimiento.
Se atribuye a Pablo Morey del Águila y los hermanos Israel, tanto la formación del Alianza como del Sport Club, asegurando alguien que los del Alianza jugaban al fútbol con la primera pelota traída por Rafael Israel al llegar a Iquitos.
Así, en 1904, nace el Sport Club. En Lima, en diciembre de 1893 se fundó el Unión Cricket, y en diciembre de 1897 el Lima Cricket Fútbol Club.
Las actividades empezaron a desarrollarse entre la plaza principal, que describimos, y un solar cercano en el que hoy están construidos parte de la Iglesia matriz y los almacenes Power de la calle Arica.
Cuando en aquel mismo año llegó a Iquitos Doroteo Arévalo Bernales, egresado del Instituto Comercial de Lima, en el que había integrado el equipo de fútbol, quien además de sus implementos deportivos y tres pelotas de fútbol, traía un desbordante entusiasmo, se incorporó de inmediato al grupo de jóvenes del Sport Club, y extendieron sus actividades a un terreno en la calle Morona, de propiedad de Herman Augustini padre, donde actualmente está ubicada la Urbanización Jardín, que entonces tenía por nombre “El Bembón”.
El entusiasmo los encaminó a una mejor organización y quienes en un principio sólo acudían como espectadores, terminaron incorporándose a las nuevas prácticas, olvidando el pasatiempo de la época: el juego de los centavos, la pirca, la volteada, la catina…
Es lamentable no contar con fuentes de información acerca de las actividades de los miembros del Sport Club, que por cierto debió ser muy interesante. No existía el periodismo deportivo. Pero, se sabe que en los dos años que precedieron a la fundación del José Pardo, además del fútbol se practicaba el cricket, de genuino origen inglés, el atletismo en todas sus manifestaciones, el tiro al blanco y otros ejercicios encaminados a la cultura del músculo.
Pero el Sport Club, constituido en su mayor parte por jóvenes de la “sociedad” de Iquitos, se reservaba el derecho de admisión de socios, de suerte que muchos no podían ingresar como tales.
Por otra parte, muchos se habían dado cuenta de que las competencias sólo entre ellos, sobre todo el fútbol, carecían de emotividad, de espíritu de lucha y de estímulo.
Cuando algunas veces, tripulantes ingleses de las naves que quincenalmente llegaban al puerto, alternaban con ellos en sus ejercicios, se despertaba en sus ánimos un deseo de superación y el propósito de hacer ver sus habilidades. Pero, no había oportunidad de concretar ninguna competencia que pusieras de relieve ni las condiciones ni la preparación de los noveles deportistas.
Así llegó el año 1906. El entusiasmo parecía apagarse en el Sport Club. Pero, una nueva oleada de muchachos seguía sus prácticas con entusiasmo. No intervenía siempre por las limitaciones que imponía la institución, pero, los socios amigos los alentaban. Otros se sentían fuera de su ambiente por pertenecer a distinto nivel social.
En las reuniones vespertinas que tenían en la Plaza cambiaban esas impresiones, comentaban los ejercicios y sus incidencias y discutían sobre esa situación, que despertaba una especie de estímulo entre quienes se sentían desplazados, sin oportunidad, y otros que con visión organizadora alentaban la creación de otro grupo que dirigiera sus propios destinos y rivalizara en las competencias con el Sport Club.

Y aquella noche, cuando se retiraron a sus casas los jovencitos de la charla, quedaron convenidos en reunirse el sábado 1 de setiembre en la casa de Meneleo Meza López, situada en la calle Itaya N°106, hoy calle Ricardo Palma N° 368 .
La elección del sitio para la reunión no fue tomada al azar. Meneleo Meza era un joven de 18 años, recién graduado como preceptor auxiliar en el Centro Escolar N° 161 que dirigía el señor Valentín Herencia; no practicaba el deporte porque su constitución física no le favorecía, pero en cambio poseía una extraordinaria habilidad para organizar y dirigir, así como una gran ascendencia y simpatía entre sus compañeros y amigos, quienes se contagiaban de su entusiasmo y se dejaban arrastrar por su elocuente y cálida palabra. Le tenían una especial estimación, que se traducía en respeto a sus opiniones y autoridad, lo que ponía de relieve sus dotes de líder.
Muchos fueron los invitados a la reunión, pero no todos asistieron. Algunos, quizá porque no dieron al acto la importancia que al cabo de los años tendría, y otros acaso porque se olvidaron, y así, sólo concurrieron 17, pues, los otros 3 de los 20 fundadores, fueron los hermanos Meneleo, Braulio y David Meza.
Casi todos, como se dijo antes eran escolares. Los de mayor edad eran Doroteo Arévalo y Manuel Hidalgo que tenían 19 años; los menores eran Manuel Córdova Ríos y Arturo Pereira Seguín, que tenían 13 años; Nicolás Zanetti, Antonio Cruz Pérez, Alfonso Bartra del Águila y Julio A. Urrunaga tenían 14 años; Juan B. Rojas Torres (Juanito Rojas como cariñosamente ha sido llamado siempre), David Meza, Hibraín A.Vásquez, Leonidas Avendaño y Enrique Zumaeta Arana tenían 15 años; Arnaldo Suárez Floret, Ricardo Montenegro, Santiago Moncayo y Braulio Meza tenían 16 años; 17 tenía César A. Mesía y 18 Germán A. Tejada. Y entre ellos celebrose la histórica sesión de fundación.
Es digno de admiración que ese grupo de muchachos, dando prueba de tener madurez mental poco común, abordara con tanta seriedad, orden y cordura una iniciativa que a través de los tiempos habría de cobrar gloria y prestancia. Y como una demostración de que todo lo hacían con elevado sentido patriótico y social, adoptaron acuerdos que constituirían a la par que los cimientos de la flamante institución, el sello de su personalidad y altura cívica, pues no obstante su corta edad demostraron que vivían la actualidad de la patria, reconocían la trascendencia social de la creación de la Escuelas Fiscales y los beneficios que aportaría la Ley de la enseñanza elemental obligatoria gratuita recientemente promulgada por el gobierno de José Pardo Barreda.
Es poco probable que estuvieran animados de sentido político, pues aun los mayores estaban dos años distantes para gozar de sus derechos cívicos. No fue pues, evidentemente, el calor de la política lo que influyó en la unánime aprobación del nombre para la novel institución.
La denominación Athletic Club fue propuesta por Doroteo Arévalo e indica la esencia y principio de constitución del club. Meneleo Meza pidió que se agregara José Pardo, como una expresión de gratitud de la juventud de Loreto, por los beneficios que había recibido con la implantación de las modernas Escuelas Fiscales.
En la denominación Athletic Club, se deja notar la influencia, que como en todo orden de cosas tenía la mayor y más fácil vinculación con el extranjero. No es pues extraño que fluyera un término inglés, en su castiza expresión para aplicarle a una institución deportiva.
La elección de la junta directiva, hecha en votación secreta, dio el siguiente resultado:
Presidente Meneleo Meza
Vicepresidente Leonidas Avendaño
Secretario Hibraín A. Vásquez
Tesorero César A. Mesía
Capitán de juegos Doroteo Arévalo Bernales
Vocales Santiago Moncayo
Arturo Pereira
Arnaldo Suárez
Alfonso Bartra del Águila
Cobrador y citador Ricardo Montenegro

Unánimemente acordaron el pago de un sol como cuota mensual, y dos soles como cuota de ingreso e inscripción, y como acto final los electos ofrecieron el juramento de estilo , poniendo en evidencia la seriedad del procedimiento y su hondo sentido de responsabilidad; todo lo que consta en el Acta de Fundación, documento histórico con que se inició la vida institucional del Athletic Club José Pardo, que lleva la firma de Doroteo Arévalo, que actuó como secretario y visto bueno de Meneleo Meza como presidente.
En el curso de los días siguientes ingresaron como socios Daniel Ruiz y Jaime Morón de 16 años; Santiago Flores Pinedo de 17; Jerónimo Pereira de 11; Carlos Pérez, Helí Ríos y Gustavo Torrejón de 15 años; Fernando Ayarza de 14 años. Todos hasta el 15 de diciembre en que se realizó la segunda sesión

Monday, August 15, 2005

Historia del deporte loretano

DE LA HISTORIA DEL DEPORTE LORETANO
Por PACARMON

Prólogo- 1965
Por Carlos Arévalo Pezo

La historia de Loreto no puede escribirse aun en plenitud... Y el hecho de pretender aprisionar en pocas glosas todo el acontecer de esta tierra de maravilla es, indudablemente, una tarea de titanes. En este afán estuvieron aquellos que quisieron dictaminar sobre el origen de Iquitos...tremenda tarea, sin duda, la de encontrar la partida de nacimiento de un pueblo que de pronto es una comunidad adulta...
De allí, quienes intentan relatar la historia de esta capital maravillosa, casi realizan un esfuerzo imparangonable... es decir, una tarea en la cual si el testimonio histórico no se halla a la mano... todo cuanto puede decirse tiene sabor a leyenda...
A pesar de esta difícil tarea, sin embargo, he aquí que un hombre se presenta a escribir algunos trozos de historia... algunos pasajes de ese riquísimo venero popular que es el deporte... porque en esta actividad, al margen de todas las preferencias legítimamente humanas, hay algo de indagación en el origen y el porqué de las cosas. En él, en el deporte existe un afán de igualdad social, hay una especie de superioridad del más apto; pero, hay por sobre todas las cosas una jerarquía del espíritu.
Y este es el contenido de este relato que nos presenta PACARMON, el seudónimo de PABLO CARMELO MONTALVAN... un inquieto de las letras... un soñador en el presente y en futuro de su tierra; pero, alguien que ayer sobre el grass de nuestras canchas provincianas y después de ellas tuvo siempre la sensación del hombre afincado en el deporte y al fin y al cabo del dirigente forjado en el destino de nuestras juventudes.
¿Sobre qué versa su historia?... Acaso sobre el origen del fútbol y su continuidad hasta nuestros días?... vano intento, porque en el espejo amplio de nuestras inquietudes, toda una historia no puede acaparar un episodio.
Digamos entonces que es un miraje que apenas llega a lo panorámico, pero, que es historia al fin, en cuanto trae mucho de novedoso de aquellos primeros tiempos de nuestras inquietudes deportivas.
Nuestros lectores verán desfilar con sus nombres propios cada una de estas escenas... sobre todo podrá apreciar cuál es el origen del decano de los clubes locales; el Athletic Club José Pardo, la casaquilla azul que cada domingo desfila frente a nuestras pupilas y aunque son distintos los hombres que la visten hay siempre un espíritu pertinaz que lo define.
¿Pero, por qué no rendir un tributo de fe y admiración al José Pardo?
¿Acaso no fue la primera institución que surgió en nuestro medio unificando a propios y extraños en un haz destinado a una tarea común?.
Veamos pues, en esta institución, no por decana la simple iniciadora de un movimiento juvenil... sino la pionera de una actividad que hoy tiene sabor de gratas recordaciones... de fe y esperanza y que es, además, de comprobación de nuestras mejores inquietudes.
Desfilarán en este relato, tal vez la historia de los hermanos Wong, de Cecilio, el delantero de oro... de Antonio, la cabeza fría y el pundonor hecho camaradería y caballerosidad... y del intrépido Guimo, nacido para el arco... el gato de nuestra primera gloria nacional...
Acaso los hermanos Isuiza, señores del dribling, de Weill, adalid inmarcesible en la defensa... de Mayton, el alero izquierdo que parecía haber hecho pacto con el viento en el gran Fernando Lores... del Alianza Loretana y sus primeros forjadores, que más tarde con la casaquilla alba del CNI representaran el nacimiento del primer clásico del fútbol loretano.
Acaso estarán retratados en sus propias intervenciones los hermanos Núñez, el defensa Carrillo... los arqueros Cisneros... Mattos, “Puchucuy” y la “Niña Mona”... la ágil figura de Sabino, señor del fútbol, monarca de los pases y maestro del pundonor... del gran “shoque” Urresti, extremo izquierdo sin par... o de Javico Mendez el cañonero de la selva...
Desde las clásicas competencias en el estadio Augusto B. Leguía, las de la Plaza 28 de julio y las actuales de este estadio, remedo de otros mejores, han pasado muchas toneladas de agua por el Amazonas... pero, cada espacio es sólo una visión de lo mucho que hemos disfrutado.
PACARMON... PABLO CARMELO MONTALVÁN... inquieto de la letras, realiza aquí un esfuerzo digno de proseguirse... Para este modesto presentador de su obra....solo una pequeña remembranza... justamente en el propio José Pardo...
Este nombre no sólo resistió el tiempo, sino la atrevida, injusta e iconoclasta arremetida de quienes quieren resolver el futuro tarjando los nombres gloriosos del pasado... ¡Vano intento!...
Por eso el Athletic Club José Pardo supervive a las épocas y es ejemplo de acción y disciplina y entre quienes defendieron esa noble causa están Juan Daniel Arévalo... Jorge Noriega Rengifo, Gustavo Pelaez... Manuel Burga Soto... Carlos Documet... Manuel Rosell Santolaya... Pedro Enrique Zegarra...

Pablo Carmelo Montalván lo demuestra...

Iquitos, enero de 1965


Prologo
Por PACARMON

Muchos años hace, en el Athletic Club José Pardo, germinó la idea de escribir la historia del deporte loretano. Era el décimo aniversario de la institución y ya se tenía conciencia de que la historia del deporte loretano era la historia del José Pardo; porque su vida estuvo siempre enlazada con la de los otros clubes, en todas las manifestaciones locales y aún nacionales de todo carácter y ha sido, según expresión del conocido periodista Rafael Ángel Vidurrizága, “la savia de donde se han alimentado las demás instituciones deportivas”.
Doroteo Arévalo Bernales hizo una reseña que fue presentada institucionalmente, pero, como muchos otros esfuerzos, no obstante ser apreciada en su verdadero valor, fue olvidada y desapareció, restándonos un valioso aporte al más amplio conocimiento de nuestras primeras actividades deportivas.
Años después, Francisco Walter Vargas, un dirigente como pocos tuvo el José Pardo, volvió a la idea de que se escribiera la historia del club. Debí dejar la tarea para alguien con mejores disposiciones, pero, no se podía esperar mucho; tenía tantos recuerdos y tantos apuntes, que guardaba como un tesoro, que significaban la labor constructiva de hombres ejemplares que merecen ser conocidos y perdurar en el recuerdo, para reconocimiento y acicate de nuevas generaciones. Y sin otro bagaje que mi voluntad y el deseo de rendirles el homenaje de mi admiración, emprendí la obra.
Es un simple relato cronológico de acontecimientos, que tiene como único mérito estar ceñido a la verdad. Verdad que ha sido buscada afanosamente en empolvados documentos y amarillentos periódicos de esa época envidiable.
Es un sencillo homenaje a los arquitectos de esas tres viejas instituciones: José Pardo, Loreto, Dos de Mayo, cuyo ejemplo siguieron los no menos esforzados creadores del CNI y del Fernando Lores y que con el correr del tiempo han visto plasmado su ejemplo en diez clubes de segunda y más de treinta de tercera división.
A ellos dedico este relato. A los veinte fundadores del José Pardo, los dieciséis del Loreto; a los 9 del Dos de Mayo; a la centena del CNI; a los treinta del Fernando Lores. A todos aquellos que en estas y las demás instituciones siguieron ese ejemplo de labor, honestidad y pundonor y a aquellos que en las nuevas instituciones, en las jóvenes instituciones están forjando el mañana del deporte.
Y a ti, indulgente amigo lector, que me honras con tu atención.

Iquitos, diciembre de 1966.

UN POCO DE HISTORIA DE DEPORTE EN LORETO-IQUITOS

Un listado de los equipos del AC José Pardo. Es probable que encuentren algún pariente cercano o antepasado, es cuestión de buscar. He aq...